lunes, 7 de diciembre de 2009

Educación para todos



Si la instrucción se proporcionara a todos... ¿¡Cuántos de los que despreciamos, por Ignorantes, no serían nuestros Consejeros, nuestros Bienhechores o nuestros Amigos?! ... ¿¡Cuántos de los que nos obligan a echar cerrojos a nuestras puertas, no serían depositarios de las llaves!? ... ¿¡Cuántos de los que tememos en los caminos, no serían nuestros compañeros de viaje?! ... No echamos de ver que los más de los Malvados son hombres de talento ... ignorantes - que los más de los que nos mueven a risa, con sus despropósitos, serían mejores Maestros que muchos de los que ocupan las Cátedras - que las más de las mujeres, que excluimos de nuestras reuniones, por su mala conducta, las honrarían con su asistencia; en fin, que entre los que vemos con desdén, hay muchísimos que serían mejores que nosotros, si hubieran tenido Escuela.
(op. cit.; p. 86)

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